Son[i]a #387 Haig Aivazian
- 00:01 Perplejidad
- 02:28 No se trata de verdad subjetiva
- 05:42 El doble movimiento de la modernidad
- 09:46 La captura cobra diferentes formas
- 11:39 Prácticas reparativas
- 16:18 Verdad, hechos
- 25:10 Poética útil
- 32:52 Modos de discurso
- 41:00 Luz, oscuridad
- 50:56 Beirut, una ciudad sumida en la oscuridad
- 53:26 La infraestructura de la normalidad
- 60:38 Gaza
- 67:49 Fantasmas, ley
- 76:51 Una alianza con los muertos
Decir que la obra de Haig Aivazian (Beirut, 1980) aborda temas como la coacción, la captura, la resistencia o la fugitividad es poco menos que una obviedad, teniendo en cuenta su biografía. Nacido en Beirut en 1980, Haig se crió en plena Guerra Civil Libanesa y se vio obligado a exiliarse antes de cumplir 10 años.
A través de charlas, performances, videos, dibujos, instalaciones y esculturas, las obras multifacéticas de Haig entrelazan lo personal y lo geopolítico, así como micro- y macronarrativas. Sus piezas descubren –o tal vez incluso fabrican– hilos complejos, líneas de tiempo y redes visuales con múltiples capas de significado y ambigüedad. Estas historias pretenden desconcertar, revelar conexiones intangibles y evocar una sensación de fricción fantasmal entre ideas en conflicto. Desde 2009, la dualidad de la luz y la oscuridad ha sido uno de los temas recurrentes que Aivazian examina a través de diversos puntos de vista, desde lo simbólico y metafórico hasta la dura realidad del conflicto armado, la planificación urbana y las muchas formas en que los Estados ejercen su poder.
En este podcast, hablamos con Haig Aivazian sobre contrapropaganda, deportes, cortes de luz, Palestina, fugitividad y lo que él llama “los vertederos de la democracia”.
Este podcast es parte de Nuevas Perspectivas para la Acción. Un proyecto de Re-Imagine Europe, co-financiado por la Unión Europea. Co-producido por BEK.
Conversación: Roc Jiménez de Cisneros y Anna Ramos. Guión y producción sonora: Roc Jiménez de Cisneros. Voz: Javiera Cadiz. Grupo de trabajo de RWM, de la librería de Willem Twee Studios, en Den Bosch. Foto: Myriam Boulos.