15/09/2011 17' 31''
Inglés

Imaginemos una obra que consiste en el atropello, mecánico y repetido, de un objeto –una botella de agua de plástico– por otro –una maleta de mano. Un atropello que produce un sonido que, amplificado en ocho canales, ocupa la totalidad del espacio central de la Capella MACBA.

Y no muy lejos de este curioso y extraño conflicto entre cosas, encontramos otros dos objetos, uno de ellos no menos curioso: una fotografía realizada por David Seymour en 1938 durante el sitio de la ciudad de Barcelona, en plena Guerra Civil, en la que se muestra a un ciudadano abasteciéndose de agua. El agua era entonces, gracias a la colectivización de la Sociedad de Aguas de Barcelona por parte de los anarquistas, un bien común, garantía de supervivencia. A su lado una fuente. Realizada con catálogos de IKEA formando una pila que culmina en una paja a modo de surtidor, esta fuente muda alude a un líquido básico para la vida, un líquido ausente: el agua.

La totalidad del proyecto habla de los bienes comunes, de su transformación, de su vida cultural y política, de su consumo, del acceso a ellos. Pero logra algo inaudito: no reducir nada a un icono, a una imagen. Elude la interpretación, puesto que escuchar, ver y pensar es la función última del espectador.

Son[i]a habla con Natascha Sadr Haghighian sobre la exposición "# 04 Natascha Sadr Haghighian. De paso".

Compartir
Son[i]aNatascha Sadr HaghighianCapella MACBA

Programas de RWM relacionados