MEMORABILIA. COLECCIONANDO SONIDOS CON…
Ed Veenstra. Parte II
A principios de los sesenta el artista Milan Knížák empezó a experimentar con discos de vinilo, rallándolos, pintándolos o incluso rompiéndolos. Estas modificaciones no solo afectaban radicalmente las composiciones contenidas en los discos, sino que expandían la funcionalidad de estos. Puesto que era prácticamente imposible transcribir estos sonidos distorsionados mediante métodos de notación musical estándar, Knížák consideraba estos discos, con todos sus cortes, manchas de pintura, agujeros, cola y rascadas como una nueva forma de notación musical. Los discos se convertían en objetos de arte.
El 18 de febrero de 1988, en la Daadgalerie de Berlín se inauguraba la exposición titulada Broken Music. La muestra, a cargo de Ursula Block y Michael Glasmeier, presentaba objetos, carátulas e instalaciones de artistas plásticos, cuyo denominador común era el uso de los discos. Muchas de las piezas exhibidas contenían sonidos creados por artistas visuales. El catálogo de la exposición, con ensayos teóricos, un repaso histórico y una discografía ilustrada extensa es, todavía hoy, un recurso indispensable para cualquier persona interesada en las obras de artistas plásticos relacionadas con el medio discográfico o el sonido.
Más de veinte años después de la exposición y de la publicación de su catálogo, nunca reeditado, el término Broken Music ha sobrevivido como género, aunque su definición parece haberse restringido a las obras sonoras realizadas por artistas plásticos. Esta selección de audio se centra en artistas visuales para los que el sonido representa una extensión de su trabajo plástico. Algunos de los discos fueron elegidos por su carácter de rareza. Otros, simplemente porque sí. Ed Veenstra, 2011
En SONDAS #28 Chris Cutler sigue la incorporación en nuevos trabajos de sierras, papel de lija y herramientas eléctricas, artesanos y máquinas de tejer, y continua investigando la reutilización de radios y gramófonos como recursos musicales.
Selección de discos que mencionan, simulan, utilizan o estudian el fenómeno del disco, el tocadiscos y/o la grabación.
El coleccionista Jonny Trunk nos descubre un género difícil de encontrar y aún así, extremadamente familiar: la "library music" o música de archivo; definida por él mismo como "el ruido que hace la televisión de noche".
Transcripción de la conferencia "Broken Music, anti-records and object records" a cargo de Ed Veenstra.
Esta selección musical se publicó un anticipo de la sesión de MEMORABILIA. Coleccionando sonidos con... Ed Veenstra, que tuvo lugar el 15 de abril de 2011 en el MACBA.
Esta es una conversación por email con el coleccionista holandés Ed Veenstra, que tuvo lugar en abril de 2011, para preparar un monográfico sobre su colección sonora.
El holandés Ed Veenstra colecciona toda clase de objetos musicales de artistas plásticos que en algún momento de sus carreras han trabajado en el medio sonoro. Se trata de discos, pero también de lo que él denomina antidiscos, formatos extraños, imposibles e inclasificables, que se aproximan al objeto desde una perspectiva radicalmente distinta y trascienden las funciones tradicionales del soporte discográfico.
Leyenda de la "noise music internacional", William Bennett es también un ávido coleccionista de discos. Crítico a la vez que ecléctico en su tarea de acumulación selectiva, la colección discográfica del artista británico constituye un singular laberinto de sonidos desde el que trazar distintos recorridos por las filias musicales de su propietario.