28/12/2015 44' 9''
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Producido por Genís Segarra

El coleccionismo de discos, rarezas y objetos musicales inclasificables ha estado desde siempre vinculado a Steven Stapleton. El primer álbum de Nurse with Wound, "Chance Meeting on a Dissecting Table of a Sewing Machine and an Umbrella", incluía una lista de 291 artistas, compositores, grupos y guiños indescifrables que habían contribuido de alguna forma u otra a moldear el espíritu original del trío (formado por Stapleton, John Fothergill y Heman Pathak).

Casi cuarenta años más tarde, la lista sigue siendo un referente ineludible para coleccionistas de música inusual (en 1979 y, en muchos casos, todavía radicalmente diferente a día de hoy). Una lista de la compra bizarra para melómanos de lo desconocido y amantes de lo poco ortodoxo. Como Stapleton.

“No me interesaba demasiado la música pop, el country o el reggae. Pero aparte de eso…”. Con esa declaración de principios, con esa manifiesta apertura de oídos, describe Steven Stapleton el fundamento de su pulsión coleccionista. Una pasión por la acumulación que, igual que su carrera artística, trasciende géneros musicales, medios, escenas y épocas para abarcar toda clase de artefactos culturales remotamente conectados a los múltiples parámetros de su paleta de gustos e intereses.

Igual que el catálogo de United Dairies, su sello discográfico, o la discografía de Nurse With Wound, su principal vehículo de propagación musical desde 1978, la colección de discos personal de Stapleton es un rompecabezas de lo inusual, un monstruoso ensamblaje de momentos y expresiones, un homenaje a la alteridad sónica y a la misma excentricidad que sobrevuela todas y cada una de sus producciones, sus diseños, sus esculturas. O su colección.

Sus múltiples colecciones, de hecho: de discos, de cactus, de objetos encontrados raros, acumulados en su peculiar granja en County Clare, Irlanda. La suma de sus colecciones conforma una colección más grande que permite, con suerte, empezar a entender y aproximarse con más datos a un personaje por naturaleza inabarcable.

Este episodio de MEMORABILIA no es solamente una ventana abierta al impulso coleccionista de una de las leyendas vivientes de la música experimental. El testimonio de Stapleton es, una vez más, una aproximación al propio acto de acumular, clasificar, filtrar y descubrir. De apasionarse de forma obsesiva por un tema (o muchos) y dar rienda suelta a esa obsesión.

Como confiesa Stapleton en el programa: “nunca te lo quitas de encima. Una vez que te entra ese gusanillo por coleccionar y esa fascinación por la música… ¡Y sigo volviendo a los años sesenta! Todavía vuelvo al período entre el 68 y el 72: pensé que lo había escuchado todo. Hace diez años creía que había oído todos los álbumes, todos los discos obscuros de esa época, y hoy me doy cuenta de que era sólo la punta del iceberg. Hay tantas cosas ahí afuera…”.

 

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